lunes, 4 de febrero de 2013

ÉRASE UNA VEZ UN INSTRUMENTO DE ESPECULACIÓN: LAS VENTAS EN CORTO.


El pasado jueves 31 de Enero tuvo lugar una noticia que seguramente pasó desapercibida para mucha gente: la CNMV puso fin a la prohibición de operaciones bajistas en la Bolsa española, es decir, se levantaba la prohibición a las ventas en corto que estaba en vigor desde julio de 2012.

Seguramente, la principal razón por la que esta noticia ha pasado desapercibida es que la mayor parte de la gente de la calle ignora lo que son las ventas en corto. En realidad, es una operación sencillísima, que constituye además una de las prácticas más comunes de los especuladores. Así que vamos a explicar de forma breve y espero que sencilla en qué consiste la venta en corto.

Si tuviera que definir con una frase en qué consiste la venta en corto sería la siguiente: consiste en vender masivamente algo que no es tuyo para que su precio baje y poder comprarlo mucho más barato.

Imaginemos un gran inversor eslavo llamado Meloyev O'Krud que dirige el fondo de inversión de alto riesgo SPKL. Meloyev ha erigido una inmensa fortuna especulando en los mercados financieros, y decide sacar pingües beneficios especulando con la deuda española. ¿Cómo podría hacerlo con la venta en corto?

1.   En un primer paso, el fondo SPKL pediría prestada una gran cantidad de títulos de deuda española. Necesita muchísimos títulos, así que acude a algún inversor institucional que ande sobrado de ellos, por ejemplo, el fondo de pensiones norteamericano Oldmenareu$, y se los pide prestados. En el momento de recibir los títulos de deuda española en préstamo, SPKL se compromete a devolverle esos títulos a Oldmenareu$ en un plazo determinado, supongamos de seis meses.

A cambio del préstamo, SPKL le paga una comisión a Oldmenareu$ (por ejemplo, 100.000 €).

2.   A continuación, SPKL vende los títulos de deuda pública que le prestó el fondo Oldmenareu$, venta por la que obtiene una enorme suma (puestos a imaginar, supongamos dos millones de euros).

SPKL inunda el mercado con las órdenes de venta de esos títulos, de forma que su precio baja. Para asegurarse de que el precio de los títulos baja aún más, Meloyev utiliza sus influencias en agencias, medios de comunicación e inversores para difundir el rumor de que el Estado español está en graves dificultades, con lo que consigue que muchos inversores se deshagan de la deuda española que tengan en su poder y que su precio baje mucho más.

3.  Cuando pasan los seis meses previstos, SPKL compra deuda pública española en el mercado, que gracias a su intervención está mucho más barata que antes, y devuelve al fondo de pensiones Oldmenareu$ los títulos que le prestó.

Como el precio de los títulos de deuda pública española habrá caído tanto por culpa de la intervención de Meloyev y SPKL, al pasar estos seis meses los habrá podido comprar mucho más baratos, por ejemplo, con un millón de euros.

El beneficio obtenido por SPKL sería la diferencia entre el importe de la venta del paso 2 (2 millones de euros) y el de la compra de los títulos en el paso 3 (1 millón de euros) más la comisión que tuvo que pagar a Oldmenareu$ por el préstamo (100.000 €). En total, 900.000 € calentitos para SPKL.

Espero que haya quedado bien explicado. Si queréis ponerle cara a nuestros personajes, aquí tenéis la adaptación al cómic de nuestra historia:



Por supuesto, la venta en corto es una operación muy arriesgada. Si por alguna circunstancia el precio de la deuda sube, SPKL y Meloyev podrían perder millones de euros y acabar arruinados.
•        Tengamos en cuenta que las ganancias de la operación tienen un límite: en nuestro ejemplo, lo máximo que podría ganar Meloyev serían los dos millones que obtuvo al vender los títulos prestados menos la comisión de cien mil euros.
•        Sin embargo, las posibles pérdidas no tienen límite alguno: si el BCE interviene y provoca una subida del valor de la deuda, las pérdidas que tendría que afrontar SPKL al comprar la deuda para devolvérsela a Oldmenareu$ podrían ser incalculables.
En cualquier caso, tengamos en cuenta que los especuladores juegan con la baza de que las caídas en los precios de los títulos suelen ser más rápidas que las subidas, por lo que cuando éstas empiezan tienen más tiempo para retirarse de la operación y controlar las pérdidas.

Por otro lado, es una operación que sólo pueden llevar a cabo grandes inversores que puedan disponer de un número de títulos suficientes para influir en el mercado con su actuación; gente como nosotros podría “apostar” a que un título puede bajar de precio, pero inversores como los fondos de alto riesgo pueden manipular el mercado debido a su enorme tamaño. Por ambos motivos, la venta en corto realizada para manipular el mercado es una operación reservada a los grandes inversores.

En el ejemplo, el especulador compraba y vendía títulos de deuda pública, pero se puede especular con cualquier tipo de activo financiero: acciones, divisas, etc. Seguramente, el caso más célebre de venta en corto fue el del financiero norteamericano de origen húngaro George Soros, que en septiembre de 1992 llegó a vender más de 10.000 millones de libras esterlinas y provocó su devaluación y su salida del Sistema Monetario Europeo.

Un aspecto que puede haber pasado desapercibido es que, a menudo, quien presta los títulos para que el especulador los venda es un banco. Se da entonces la paradoja de que ni el especulador ni quien se los presta son los dueños de los títulos con los que se especula.

Este es a mi juicio el aspecto más discutible (aunque no el único) de la venta en corto: la operación se basa en que alguien vende algo que no es suyo. ¿Os imagináis que eso ocurriese en la vida real? ¿Os imagináis que alguien os pide prestada vuestra televisión de plasma, la vende y, meses después, compra otra más barata y os la da? ¿Os parecería esa operación algo razonable u os parecería inmoral? Pues algo muy parecido es lo que se hace en las ventas en corto.

Los defensores de estas operaciones alegan que no hay que coartar la libertad de los mercados, que estas operaciones proporcionan liquidez y una oportunidad de obtener beneficios que dinamiza los mercados…

¿Y vosotros qué pensáis?

3 comentarios:

  1. A especular se le llama dinamizar los mercados, esa practica se prohibio porque atenta al libre comercio entre otras cosas, con esos tejemanejes se pueden hundir empresas a la par que sacar un beneficio de ello.

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  2. Gracias por vuestros comentarios.

    En efecto, Carlos, esa práctica se prohibió en España para evitar que se especulase contra los bancos españoles después de las turbulencias ocasionadas por el rescate bancario y el caso Bankia.

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