domingo, 24 de noviembre de 2013

PREMIO NOBEL DE ECONOMÍA, EL PREMIO QUE NUNCA EXISTIÓ


¿Sabías que, en realidad, los premios Nobel de Economía no existen?

En efecto, el premio Nobel de Economía es un galardón que otorga el Banco de Suecia "en memoria" de Alfred Nobel, y su auténtica denominación es Premio del Banco de Suecia en Ciencias Económicas en memoria de Alfred Nobel. Este premio se otorga desde 1969 y fue creado por el Banco de Suecia, el banco central más antiguo del mundo, para conmemorar el tercer centenario de su fundación.

Buscando una mayor notoriedad (porque no nos engañemos, un banco central dando un premio a un economista no parece una noticia especialmente relevante), el banco central sueco se las arregló para que el premio fuese entregado por la Academia Sueca en la misma ceremonia en la que se entregan los premios Nobel (los de verdad).

A partir de ese momento, poco importa que el premio de Economía no figurase en el testamento de Alfred Nobel o que no esté financiado por la Fundación Nobel (aunque el Banco de Suecia lo dotó con la misma cuantía que los demás premios e incluyó la prohibición de otorgarlo a más de tres personas para asimilarlo a los verdaderos galardones). En el imaginario colectivo ha quedado impresa la idea de que se trata de un auténtico premio Nobel, y los galardonados gozan del prestigio y la notoriedad que otorga ser distinguido por la Academia Sueca.

Y sin embargo, una de las principales críticas que recibe el "premio Nobel" de Economía es que tiene un claro sesgo ideológico. En concreto, se le acusa de premiar sobre todo a economistas de ideología liberal, con una especial preferencia por la Escuela de Chicago de Milton Friedman, que concentra diez premios. Así, pese a la excepción que suponen los premios concedidos a neokeynesianos como Joseph Stiglitz (2001) o Paul Krugman (2008), entre los galardonados podemos encontrar figuras como la de Friedich Hayek (1974), principal representante de la muy liberal escuela austríaca, al propio Milton Friedman (1976), fundador de la Escuela de Chicago y del monetarismo, Robert Lucas (1995), que en aplicación de su Teoría de las Expectativas Racionales afirmaba que las políticas públicas de regulación de la demanda son inútiles, Myron Scholes y Robert Merton (1997), que diseñaron un sistema para invertir sin riesgo en los mercados financieros y arruinaron a un fondo de alto riesgo (hedge fund) al aplicar dicho sistema, Fynn E. Kydland y Edward Prescott (2004), por "demostrar" que los bancos centrales deben ser independientes de las presiones de los gobernantes (sean o no elegidos democráticamente), etc.


Muchos premios Nobel se han visto envueltos en la polémica.
La entrega del premio a Milton Friedman se vio interrumpida por un activista que denunciaba su relación con Augusto Pinochet.


Al margen de estas críticas más centradas en aspectos ideológicos dentro de la profesión, los premios Nobel de Economía también han sido muy criticados desde otros ámbitos. Científicos de campos tan diversos como la Física, las Matemáticas o las ingenierías discuten el carácter científico del discurso económico y reclaman que el premio se amplíe a otras ramas de las ciencias sociales (psicología, sociología...), que se disocie de los premios Nobel o simplemente se elimine. Así, en 1995 se acordó que el premio se abriría a las contribuciones destacables en el mundo de las ciencias políticas, la psicología y la sociología, y se reformó el comité del premio de forma que incluyera a dos miembros no economistas (anteriormente solo estaba formado por cinco economistas).

Precisamente el premio concedido en 2013 hubiera sido impensable en ciencias exactas como la Física o la Medicina, puesto que entre los tres premiados (Eugene Fama, Robert Shiller y Lars Peter Hansen) se encuentran dos economistas caracterizados por defender posturas completamente opuestas:

  • para Eugene Fama, los mercados financieros son tan eficientes que los precios de los activos financieros siempre reflejan su valor real y no es posible ganar más dinero que los demás especulando de forma sistemática. Puesto que los precios de los activos absorben de forma inmediata y eficaz toda la información de los mercados, Fama apuesta por la total desregulación de los mercados financieros.
  • para Robert Shiller, en cambio, la dinámica de los mercados financieros se ve inevitablemente alterada por la psicología humana, de forma que es muy común que los precios no reflejen el valor real de los activos y es frecuente la formación de burbujas especulativas, a veces por largos períodos de tiempo.

Pero seguramente, la crítica más dura a los premios Nobel de Economía provenga de la propia familia Nobel, que no los acepta como tales. Según afirman los familiares de Alfred Nobel, en su testamento de 1895 dejó estipulado que legaba el 93% de su fortuna para la creación y mantenimiento de un premio a los descubrimientos, contribuciones o mejoras más importantes de la humanidad. En concreto, Nobel indicó que este premio se otorgaría a cinco categorías: Medicina/Fisiología, Física, Química, Literatura y Paz. Sin embargo, nada decía de la Economía, por lo que otorgar un premio con el nombre de Nobel a esta disciplina resulta engañoso y fraudulento.

Para ilustrar la opinión de la familia Nobel con respecto al premio de Economía, cerramos el artículo con una cita de Peter Nobel, expresidente de la Cruz Roja en Suecia, abogado defensor de los derechos humanos y bisnieto de Alfred Nobel:
"En la correspondencia de Alfred Nobel no se encuentra la más mínima mención a un premio de Economía. El Banco Real de Suecia puso su huevo en el nido de otro pájaro, muy respetable, e infringe así la 'marca registrada' Nobel. Las dos terceras partes de los premios del Banco de Suecia fueron entregados a economistas estadounidenses de la Escuela de Chicago, cuyos modelos matemáticos sirven para especular sobre los mercados de acciones y de opciones, contrariamente a las intenciones de Alfred Nobel, quien pretendía mejorar la condición humana."

Las seis medallas que se entregan en la gala de los Premios Nobel. Nótese cómo la medalla del premio de Economía (la de la esquina inferior derecha) es diferente a las demás. Esto se debe a que el diseño del premio Nobel es una marca registrada y no puede ser utilizado por otros galardones.

5 comentarios:

  1. Vivimos en un sistema donde hasta lo que parece más digno acaba cayendo en lo miserable.

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    1. Lo peor es que los "premios Nobel" de Economía parecen dignos porque se apropian de un prestigio que no les pertenece.

      Por otra parte, aun sin conocer la mentalidad de Alfred Nobel (un hombre que murió hace muchísimos años, tengámoslo en cuenta), él instituyó sus premios para premiar a aquellos que aportasen algún avance a la humanidad. Me cuesta mucho pensar que gente como Milton Friedman hayan aportado grandes bienes a la humanidad.

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    2. Curiosamente un economista liberal como Friedman que cree que el Estado no debe tener casi ningún aspecto incentivador de la economía, te daría la razón en un plano teórico. El papel del economista sería como un filósofo que explica las acciones económicas.

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  2. Muy chulo!!!!Conocía la historia pero no con tanto detalle.
    Gran trabajo.

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