Durante las vacaciones de Navidad de 2011 escribí un artículo sobre el origen de la crisis financiera internacional para publicarlo en la revista digital del que era mi instituto ese curso, el IES Arturo Soria. Como suele ser habitual, el artículo se me acabó yendo de las manos y me ocupó un total de 17 páginas. Con todo, acabé moderadamente satisfecho del resultado y creo que sigue teniendo interés un año después.
En cuanto abrí este blog, supe que tarde o temprano incluiría el artículo en él. Este momento me parece tan bueno como otro cualquiera, así que las próximas semanas iré publicando los distintos capítulos en los que dividí mi artículo. Espero que os guste.
Una advertencia: el artículo no trata la situación española. Se centra en el inicio de la crisis financiera internacional, que tuvo su germen en Estados Unidos y en la gran banca de Wall Street. Mi intención es dedicar otro artículo a la crisis española, pero por el momento sólo estoy en la fase de documentación e ignoro la forma final que adoptará y su extensión (aunque conociéndome, será laaaaargo).
Muchos economistas llaman la Gran
Recesión a la crisis económica que estamos viviendo, de forma
particularmente dura en España a través de una crisis de deuda y unas cifras
escalofriantes de paro. Pero al margen de la dureza con la que se está
manifestando en España, esta es una crisis internacional, y a estas alturas
nadie pone en duda que se trata de la mayor crisis económica que ha sufrido el
mundo desde la Gran Depresión de la
década de 1930. El siguiente artículo pretende contar cómo se originó la
crisis, centrándose en la forma que adoptó en sus primeros pasos, la de una crisis financiera originada en Estados
Unidos.
Por desgracia, nos encontramos ante una crisis de largo recorrido, y no
parece que los gobiernos de los distintos países estén dando los pasos
adecuados para aliviar sus efectos y
prevenir futuras crisis (aunque esto, por supuesto, es una opinión
subjetiva y sólo el tiempo dirá si acertada). Por eso, dada su larga duración e
innumerables ramificaciones, hemos preferido centrarnos en los acontecimientos
que la desencadenaron. Para el futuro, dejamos abierta la posibilidad de
abordar su evolución y cómo ha afectado a la situación española en próximos
números de esta revista digital o en la página web de nuestro instituto, el IES
Arturo Soria (¿es que acaso no eres visitante asiduo de la misma? ¿y a qué
estás esperando? ¡Visita ya http://www.educa2.madrid.org/web/centro.ies.arturosoria.madrid!).
En realidad, el origen de esta crisis no es muy distinto al de otras
que la precedieron: se creó una burbuja, una situación en la que el precio de
un bien comienza a subir sin control y sin freno aparente, de forma que los
compradores comienzan a adquirirlo con la idea de venderlo y enriquecerse
fácilmente (chicos y chicas que me estáis leyendo, a esto se le llama
“especular”). Pero la formación de esta burbuja presentaba varias
singularidades que la hicieron mucho más peligrosa que otras:
Ø
El bien con el
que se estaba especulando era un bien de primera necesidad, la vivienda (lo que
acentúa aún más si cabe lo abominable de esta forma de enriquecerse[1]).
En el caso de que la burbuja explotase (y conviene aclarar que, tarde o
temprano, TODAS las burbujas especulativas acaban explotando), no sólo se
llevaría por delante los ahorros de millones de personas, sino que también
dejaría sin hogar a otros tantos millones de familias.
Ø
Durante la
formación de la burbuja tuvieron lugar una serie de prácticas por parte de las
entidades financieras (bancos y agencias de calificación fundamentalmente) que
no hicieron sino hinchar aún más la burbuja e incitar a personas normales y
corrientes, sin conocimientos específicos del mercado financiero y que por
tanto no sabían dónde se estaban metiendo, a asumir unos riesgos insoportables.
Por si esto fuera poco, la actuación de estas entidades también distribuyó
estos riesgos a lo largo y ancho de todo el mundo a través de un proceso
conocido como titulización del que ya hablaremos con más detalle.
Ø
Por último, el
origen de la crisis tuvo lugar en el mismísimo meollo de las finanzas internacionales:
Wall Street. En las décadas precedentes, tuvieron lugar muchas crisis
financieras en distintos lugares del mundo: América Latina[2],
los países emergentes de Asia Oriental, etc. Sin embargo, esta crisis se gestó
en los engranajes financieros de la mayor potencia económica del mundo, Estados
Unidos. Mientras que las anteriores crisis financieras pudieron contenerse en
sus zonas de origen, no es de extrañar que la actual crisis se propagara como
la pólvora por todo el sistema financiero internacional. Gracias a la
globalización de las finanzas internacionales, los bancos de todo el mundo
tenían fuertes lazos con las firmas de Wall Street, y cuando estas se vieron en
graves dificultades, aquellos también.
A pesar de habernos circunscrito al origen de la crisis, la información
que queríamos transmitir era demasiado amplia como para poder abarcarla en los
límites de este artículo. Por eso, hemos dispuesto una serie de enlaces en los
que, a modo de capítulos, detallamos más pormenorizadamente la forma en que se
gestó la crisis. Estos capítulos están escritos de forma sencilla y accesible,
con el ánimo de que puedan ser entendidos por cualquier lector que se acerque a
ellos sin necesidad de que tenga conocimientos previos de Economía, así que os
animamos a leerlos y a darnos vuestra opinión.
Antes hemos hablado de subjetividad. Igual que la actividad económica
es cíclica y a períodos de bonanza económica les siguen profundas crisis,
también el pensamiento económico es cíclico, y a períodos en los que predomina
una determinada corriente ideológica les siguen períodos en los que prevalece la
contraria. Durante las últimas décadas han predominado determinadas doctrinas
sobre el libre mercado (los mercados libres y sin trabas son eficientes y si
cometen errores, los corrigen rápidamente; el mejor gobierno es un gobierno
pequeño ya que lo público es, por definición, ineficiente...). Este artículo,
sin embargo, se inscribe en una corriente más keynesiana[3],
según la cual los mercados son la base
de cualquier economía próspera pero no funcionan bien por sí solos, por lo
que debe haber un equilibrio entre el papel de los mercados y el papel de los
gobiernos.
Así, en el siguiente artículo se
responsabiliza de la actual crisis al proceso de desregulación que ha ido teniendo
lugar en los mercados financieros en los últimos treinta años y a la conducta
imprudente de los directivos de sus principales entidades. Por supuesto,
tenéis a vuestra disposición la página web de nuestro instituto para hacernos
llegar vuestras opiniones, si estáis de acuerdo o no con lo dicho en el
artículo, si añadiríais o suprimiríais algo... Nada nos gustaría más que
haceros reflexionar sobre las circunstancias que nos han traído hasta aquí,
estéis o no de acuerdo con la opinión de quien escribe este artículo ¡Vuestra participación es importantísima!
Os esperamos.
ÍNDICE DE CAPÍTULOS DEL ARTÍCULO:
- El Sistema Financiero Antes de la Crisis: donde se cuenta a grandes rasgos cómo funcionaba el sistema
financiero antes de que se gestara la crisis, y cómo los grandes bancos
estadounidenses llevaron a cabo una actividad encaminada a reducir la
regulación del sector y conseguir mayores beneficios, lo que incrementó el
riesgo del sector.
- La Gestación de la Burbuja Inmobiliaria: donde se cuenta cómo unos tipos de interés demasiado bajos y una
conducta imprudente por parte de los bancos hincharon una burbuja
inmobiliaria y subieron los precios de la vivienda hasta niveles
estratosféricos.
- La Titulización: donde se cuenta
cómo los bancos crearon “paquetes” donde metieron las hipotecas que habían
concedido y los vendieron por todo el mundo, distribuyendo a lo largo y
ancho del mundo hipotecas que habían concedido a personas sin empleo ni
recursos económicos.
- La Explosión de la Burbuja: donde
se cuenta cómo explotó finalmente la burbuja inmobiliaria y los precios de
la vivienda cayeron en picado, dejando a los bancos con pérdidas
millonarias, a miles de familias en la calle y a millones de trabajadores
en el paro.
- Conclusiones: donde se ofrece una visión general de cómo
quedó el sector después de la crisis y las perspectivas que nos depara el
futuro.
[1] por
supuesto, la especulación con la vivienda no es el único caso de
enriquecimiento a través de un bien de primera necesidad; también se han hecho
grandes fortunas especulando en el mercado internacional con alimentos básicos
como los cereales, lo que ha provocado hambrunas mortales en África. A la vista
de estos episodios, es incomprensible que las autoridades nacionales e
internacionales no hayan puesto coto a estas prácticas inhumanas.
[2] todos
recordamos la crisis del “corralito” en Argentina.
[3] llamada
así por su fundador, John Maynard Keynes (1883-1946), el economista más
influyente del siglo XX junto a Milton Friedman (1912-2006).
No hay comentarios:
Publicar un comentario