miércoles, 14 de julio de 2021

Apuntes a vuelapluma: LA ACTIVIDAD ECONÓMICA. NATURALEZA Y TIPOS.

 Otro apunte a vuelapluma. Como el anterior, este sería válido para insertarlo en algún tema introductorio de la Economía. Y como el anterior, está sacado en su mayoría de la lectura del libro "Economía para NO dejarse engañar por los economistas", del profesor Juan Torres López.

Tradicionalmente, el objeto de la economía se ha identificado con la satisfacción de las necesidades humanas. En efecto, se ha considerado que una de las condiciones que definen al ser humano es que tiene necesidades: tanto para subsistir como para perfeccionarse requiere de algo que tienen que encontrar fuera de sí mismo con una cierta cantidad de esfuerzo o trabajo.

El hombre no sólo tiene muchas necesidades, sino que además hay un desequilibrio entre las necesidades que tiene que satisfacer y los medios con los que cuenta para ello; es decir: los medios son escasos con respecto a los fines que hay que alcanzar. La necesidad de elegir que implica esta escasez de medios y la existencia de fines alternativos se ha considerado la esencia de la economía.

Estando en el centro mismo de lo que se considera el objeto de la economía, este aspecto no ha estado exento de controversia. El premio Nobel de Economía Amartya Sen propuso que en vez de hablar de satisfacción de necesidades, la Economía debía centrarse en cómo dotar a los seres humanos de capacidades, entendiendo por capacidad todo aquello que permite a las personas que sus derechos como seres humanos se conviertan en libertades reales.

En todo caso, retomando la idea de la necesidad como base de la economía, podemos considerar la actividad económica como aquella actividad que permite satisfacer las necesidades económicas. La actividad económica es esencialmente social: se realiza en y a través de la sociedad; esto no es más que una manifestación del hecho de que el hombre es un ser social por naturaleza y de que, al igual que con otros fines, para alcanzar sus fines económicos precisa de los demás.

Una forma de entender qué implica la actividad económica es ver qué tipos de tareas o procesos pone en marcha la sociedad para satisfacer las necesidades humanas. Es decir, podemos analizar los diferentes tipos de actividad económica:

🔖 Producción: hay que producir los bienes que se necesiten o hacer posible que se presten los servicios que se deseen. Para ello, hay que combinar una serie de recursos previos que llamamos factores de producción que tradicionalmente se han resumido en tres categorías: trabajo, tierra (recursos naturales) y capital.

Cuando se desarrolla a partir de una determinada complejidad o escala, la producción se lleva a cabo en el seno de organizaciones especializadas a las que denominamos empresas. En función de la sociedad y del tipo de actividad, las empresas pueden ser muy diferentes y responden a formas de organización, propiedad y responsabilidad muy diversas.
La distribución es una tarea fundamental y compleja, como demuestra el hecho de que muchas situaciones de carencia no se deban a que no haya bienes y servicios en cantidad suficiente. Como la producción, a partir de una determinada complejidad o escala es también una actividad llevada a cabo por empresas.

🔖 Distribución: hay que poner los bienes que se producen a disposición de quienes los deseen, para lo que es necesario disponer de redes y medios de transporte, de infraestructuras, de organizaciones especializadas en el movimiento de mercancías y, en definitiva, de todo lo necesario para que los bienes se muevan por todos los lugares donde pueda haber personas interesadas en adquirirlos.

 🔖 Remuneración: para adquirir un bien o servicio hay que pagar o dar algo a cambio. Para que eso sea posible, previamente se deben haber distribuido los recursos disponibles entre los sujetos económicos. Dicho de otra forma: antes de poder comprar cualquier cosa, hemos de haber obtenido ingresos para poder pagarla.

Esta distribución de recursos ha tomado muchas formas a lo largo de la historia, pero en nuestra sociedad suele basarse en la remuneración de los factores productivos empleados en la producción. Los factores de producción son propiedad de alguien, por lo que para poder utilizarlos habrá que pagar por ellos. Por tanto, los ingresos con los que contamos los sujetos económicos (y por tanto la cantidad de bienes de los que podemos disfrutar y las necesidades que podemos satisfacer) dependen de la cantidad y calidad de factores productivos de los que dispongamos y cedamos a las empresas para emplearlos en el proceso productivo.

🔖 Consumo: el consumo se produce en el momento en que disponemos o de los bienes y servicios que queremos.

En principio, el consumo se puede considerar un proceso individual, autónomo y libre, siendo una expresión muy convencional la de "soberanía de consumidor". En realidad, lo que deseamos y consumimos no siempre es el resultado de una decisión autónoma, sino que muchas veces es teledirigida por la cultura, los anunciantes y los intereses y poderes económicos.

A estos cuatro aspectos de la actividad económica, el profesor Juan Torres añade otros dos componentes que suelen ser ignorados pero a los que considera igualmente importantes:

🔖 Política: para que se produzca la actividad económica, es imprescindible establecer qué se puede hacer y qué no se puede hacer con los recursos puestos en movimiento. La vida económica sería un caos sin normas que dieran respuesta a preguntas como ¿los recursos son comunes o son susceptibles de apropiación privada?, ¿se pueden acaparar recursos?, ¿qué prioridad tiene la obligación de pagar deudas y qué penalización tiene no hacerlo?, ¿cómo se garantiza la calidad de los productos vendidos...?

Los primeros economistas eran conscientes de ello, hasta el punto de que la ciencia económica se denominaba Economía Política. Hoy, son más abundantes las corrientes que hablan de la Economía como una ciencia y de la actividad económica como una actividad "natural", cuyas formas y resultados no pueden ponerse en cuestión.

🔖 Actividades domésticas: se estima que aproximadamente dos terceras partes del trabajo que se realiza en las sociedades más avanzadas corresponde al trabajo que se hace en los hogares y que no es remunerado. A pesar de que las actividades dedicadas a la producción de bienes o servicios en el seno del hogar son tanto o más imprescindibles que las que hemos señalado para satisfacer las necesidades humanas, son muy ignoradas en los manuales económicos.

La economía convencional, la que habitualmente se enseña y la que sirve para justificar decisiones políticas por parte de los gobiernos en todo el mundo, es completamente ajena a un volumen extraordinario y sumamente cuantioso de actividades económicas simplemente porque se llevan a cabo sin tener una expresión monetaria. Esta cuestión es muy importante no solo porque ignora un aspecto esencial para la vida, sino porque afecta de forma muy distinta a hombres y mujeres.

Como hemos mencionado, la actividad económica es una actividad social. Satisfacer las necesidades de las personas no es una cuestión fácil, sino una tarea costosa, compleja, conflictiva y, en definitiva, muy problemática, pues obliga a actuar en muchos planos de la vida social y a tomar decisiones en las que intervienen y que afectan a millones de personas, cada una de las cuales atiende a sus propios intereses y tiene, en mayor o menor medida, libertad de elección y autonomía de decisión.



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